Seguridad avanzada en estructuras metálicas: sistemas antirrobo y cerraduras multipunto

Que sea de metal no siempre significa que sea seguro

Esto lo decimos mucho por aquí, porque es verdad: una puerta o una reja de metal no tiene por qué ser segura solo por estar hecha de hierro o aluminio. La seguridad, de verdad, está en cómo se construye, qué se le pone por dentro y qué tipo de cierre lleva.

Hoy en día, con lo rápido que van las cosas (y lo espabilados que son algunos), lo que funciona es tener estructuras metálicas de seguridad bien pensadas.

Y con eso no hablamos de poner un candado más gordo o una cerradura vieja con tres vueltas. Hablamos de cerraduras multipunto, refuerzos invisibles, bisagras protegidas y sistemas que no se abren ni con maña ni con prisas.

Y no hace falta tener una nave industrial para tomarse esto en serio. Cada vez más gente en Albacete lo pide para puertas de acceso, trasteros, garajes o cancelas de jardín, porque la tranquilidad no tiene que verse fea ni ser cara.

En este artículo te contamos qué opciones existen hoy para que lo metálico sea, además, verdaderamente seguro.

¿Qué entendemos por seguridad en una estructura metálica?

Cuando hablamos de seguridad, no nos referimos solo a que una puerta “pese” o que una reja “se vea fuerte”. Eso está bien, sí, pero la seguridad real está en los detalles que no siempre se ven a simple vista.

Una estructura metálica de seguridad bien hecha tiene que resistir más que un empujón o una patada. Tiene que estar pensada para aguantar intentos de forzarla, ya sea con herramientas, palancas o técnicas más finas. Y para eso, hace falta algo más que una chapa gorda o un buen soldador.

Lo que marca la diferencia es cómo se refuerza por dentro, qué tipo de cerradura lleva, si las bisagras están protegidas o si el marco está bien anclado. Porque una puerta muy fuerte, mal instalada o con una cerradura sencilla, no sirve de mucho.

Así que cuando nos preguntan si una puerta metálica es segura, la respuesta es: depende. Depende de cómo está hecha y de qué lleva por dentro. Y por eso, conviene siempre pedir un poco más de explicación antes de elegir “la más barata” o “la que se ve más robusta”.

¿Qué son las cerraduras multipunto y por qué son tan efectivas?

Las cerraduras multipunto son de esas cosas que, una vez las conoces, te preguntas por qué no vienen de serie en todas las puertas. En lugar de cerrar solo con un pestillo en el centro (como las cerraduras de toda la vida), estas cierran en varios puntos a la vez: arriba, abajo, en el medio… incluso en los laterales si hace falta.

¿Y eso para qué? Pues para que no se pueda forzar la puerta con una simple palanca, o al menos no sin hacer ruido, tiempo y mucho esfuerzo. Porque con una multipunto bien montada, la puerta queda completamente bloqueada en varios sitios a la vez. No se dobla, no se vence, no se mete el destornillador “por si cuela”.

En las estructuras metálicas de seguridad, este tipo de cerraduras es casi obligatorio. Ya sea para una puerta de acceso principal, una puerta trasera, la entrada a un trastero o una nave, si quieres dormir tranquilo, lo mejor es ponerle las cosas difíciles desde el principio.

Además, no pienses que son complicadas de usar. Abren y cierran con llave igual que cualquier otra, pero lo que hacen por dentro es otra historia. Y ahí es donde está la diferencia.

Sistemas antirrobo que se pueden integrar en estructuras metálicas de seguridad

Cuando uno piensa en seguridad, lo primero que viene a la cabeza es la cerradura. Pero en realidad, hay muchos más elementos que se pueden añadir para reforzar una estructura metálica de seguridad, y que funcionan como una segunda barrera (o tercera, o cuarta… según lo que necesites).

Por ejemplo, están los refuerzos interiores. Se colocan dentro del perfil de la puerta o reja y le dan rigidez. Aunque desde fuera no se vean, hacen que sea mucho más difícil deformarla o reventarla con herramientas.

También están las bisagras protegidas o antipalanca. Esto es clave, porque por muy buena que sea la cerradura, si te pueden sacar la puerta quitando el pasador de la bisagra, estás vendido. Estas bisagras están reforzadas o incluso ocultas, así que no hay por dónde meter mano.

Otro extra útil son los escudos de seguridad, que se colocan sobre la cerradura y evitan que la manipulen desde fuera. Cuestan poco y hacen mucho.

Y si ya quieres ir un paso más allá, puedes añadir sistemas de cierre automático, sensores de apertura o incluso conectarlo a una alarma. Esto último no es lo más común, pero hay quien lo pide y se puede hacer.

Lo importante es que todo esto se diseña y se monta según el tipo de puerta, el uso que le das y el nivel de seguridad que buscas. Nada de poner por poner.

¿Y todo esto se nota? ¿Influye en el diseño?

Es una de las preguntas que más nos hacen: “¿Si pongo todo eso, me va a quedar la puerta como una caja fuerte?” Y la respuesta es que no tiene por qué.

La mayoría de los sistemas que se usan en estructuras metálicas de seguridad van integrados por dentro del perfil o están diseñados para que no afecten al aspecto exterior. Las cerraduras multipunto, los refuerzos o los escudos de protección pueden pasar totalmente desapercibidos, pero cumplen su función sin restarle estilo a la puerta.

De hecho, hoy en día se puede tener una puerta segura, moderna y bonita a la vez. Colores, acabados, formas… todo se puede personalizar sin renunciar a lo importante: que cumpla su función y proteja lo que hay dentro.

Así que, si te preocupa que reforzar la seguridad vaya a “afear” el resultado, puedes estar tranquilo. Con una buena planificación y materiales de calidad, la seguridad no está reñida con el diseño.

Seguridad sí, pero con cabeza

Poner una puerta metálica no es solo cuestión de cerrar un hueco. Es proteger tu casa, tu negocio o lo que más valoras. Y para eso, hace falta algo más que “hierro del bueno”. Hace falta pensar en el uso que se le va a dar, en el entorno, en los puntos débiles… y montar una estructura metálica de seguridad que no solo aguante, sino que disuada.

Si tienes dudas o no sabes por dónde empezar, en Aluminios AGS te lo explicamos sin rodeos, como lo hacemos con todos nuestros clientes de siempre: lo que te conviene, lo que no, y lo que puedes hacer según tu presupuesto.

Porque seguridad, sí. Pero con cabeza.